Volvemos a vivir un nuevo cambio de paradigma en nuestras clínicas: una clara y fuerte tendencia hacia la medicina regenerativa, hacia tratamientos más seguros que no dejen huella estética en el paciente y el auge de la estimulación frente a la voluminización. En este contexto, Lenisna® y Juvelook®, dos innovadoras y exclusivas referencias formuladas a partir de PDLLA y ácido hialurónico no reticula-do, están desempeñando un papel fundamental frente a sus predecesores.
En 2004 llegó a España el primer estimulador de colágeno autorizado llamado NEW FILL®. Venía en polvo y requería ser reconstituido con 3 ml de agua bidestilada. Sin embargo, llegaba huérfano de protocolos y ensayos clínicos que aportasen un mínimo de seguridad y garantía.
El primer desafío era la dilución (hidratar bien la molécula de poliláctico), un proceso que podía llevar horas. Una vez obtenido el producto, se inyectaba con una aguja de 26 G, realizando pequeñas retrotrazantes y depósitos en áreas que no tuvieran movilidad. Afortunadamente, gracias a mi prudencia y sentido común innatos, solo tuve problemas en la inyección, ya que la aguja se obstruía una vez sí y otra también.
Cuando íbamos abandonando el producto debido a su incomodidad, apareció Sculptra®, de la mano de Sanofi, que ofrecía una mayor dilución (4 cc) y la novedad de que podíamos incluir lidocaina, sin embargo, nos delimitaba areas ana tómicas. Sanofi también nos proporcionó formación a través de la Dra. Amalia García (D.E.P.), quien nos enseñó la técnica de inyección con aguja y nos aportó los primeros créditos que otorgaba el Colegio de Medicos en junio de 2008.
Lo que era innegable era la calidad de la piel que Sculp-tra® generaba, aunque muchos compañeros consideraban que era un producto de difícil manejo, con resultados impredecibles y algunas complicaciones serias. La palabra Sculptra® se liga a «dificultad» y, con la aparición del ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica, cayó en el ostracismo.
En la actualidad, Lenisna® y Juvelook® ofrecen un nuevo horizonte gracias a formulaciones innovadoras y únicas en el mercado. Ambas referencias presentan partículas más esféricas, esponjosas y solubles, con una estructura reticular y porosa, lo que facilita su aplicación tanto con aguja, como con cánula. Ahora es posible diluir el ácido poliláctico en hasta 20 cc de agua bidestilada con lidocaína, lo que reduce la inflamación y mejora la experiencia del tratamiento.
Además, ofrecen una gran seguridad que no teníamos ya que, ante un posible efecto adverso, sólo necesitaríamos una fuente de calor para resolver el problema, es decir, podríamos hablar de un antídoto, como es la hialuronidasa para el hialurónico1. Lenisna® y Juvelook® están avalados por numerosos estudios clínicos que demuestran que no sólo producen una estimulación del colágeno y de la elastina, sino que también reducen la senescencia y aumentan la proliferación de las células madre derivadas del tejido adiposo2.
En resumen, se abre un nuevo abanico de posibilidades en el futuro de la medicina estética, donde el ácido poli-D, L-láctico y sus formas isómeras pueden integrarse como una parte esencial de los protocolos habituales para frenar el envejecimiento de la piel.
Referencias:
- Seo SB, Wan J, Yi KH. Energy-Based Device Management of Nodular Reaction Following Poly-D, L-Lactic Acid Injection for Tear Trough Rejuvenation. J Cosmet Dermatol. 2024 Sep 16. doi:
10.1111/jocd. 16575. Epub ahead of print. PMID: 39283001.
- Onimal Skin, Antioxidans Basel. 2023, Sun 1,726;1204. dor: D:390/catioX 2061209. SM: 73/134, MiD MC102499 Macrophages and Adipose-Derived Stem Cell in Aged